20.3.09

R. dixit III

R.: Má... sos la mamá más divertida del mundo!

Ja! No le puedo pedir más nada a la vida! Pero por las... cuando ella tenga quince y no me quiera ni dirigir la palabra, ni mirar, y todo lo que yo haga o diga sea un desastre.... todos uds son testigos que a sus cinco, ella, pensaba lo contrario!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo importante es que vos lo recuerdes y te acompañe. En esos momentos, lo que menos vas a querer son testigos. Escondelo bien escondido en tu corazón y de vez en cuando sacalo al sol para que se oree y así -estos recuerdos y muchos más que se sucederán a lo largo de la vida de Uds. dos- estarán siempre en forma para sostenerte entre las lágrimas.