Qué R. pregunta todo, habla todo, y cuestiona todo, no es ninguna novedad. Por suerte, esta vez le tocó a G. poner cuerpo y mente a las intrigas de la nena.
Era sábado a la tarde, estabamos en el bautismo de la hijita de unos amigos, cuando en plena ceremonia, entre horrorizada y curiosa, mi hija miró a su padre y le dijo: Papi, qué le hacen?!
G.: le tiran agua en la cabeza.
R.: fría o caliente?
G.: Fría
R.: Por qué?
G.: Porque la están bautizando.
R.: ? (con cara de "no se de qué me estás hablando")
G: El bautismo es un ritual perteneciente a una religión.
Tratando de entender de que va la cosa, R. continúa con sus preguntas y dice: A mi me bautizaron?
G: No.
R: Por?
G: Porque nosotros creemos que lo mejor es que vos elijas cuando seas grande. Qué es lo que querés, si querés creer en Dios o no, y que religión querés, hay muchas religiones. Cuando vos seas grande vas a poder elegir, y entonces vas a decidir si querés que te bauticen o no.
R. mira a la bebé llorando con la cabeza mojada, piensa durante un tiempo y dice:
"Papi, por ahora, elijo no."
1 comentario:
A veces, la mayoría de las veces, los hijos superan nuestras espectativas.
R. me enseña que nada es deinitivo, que nada es para siempre y que la vida va siendo.
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