8.7.08

"Invierano"

El sábado, al igual que hoy hizo calor en pleno invierno. Pero fue el sábado, y no hoy, cuando R. se mostraba demasiado interesada en los planetas: en saber cuál era el más chico, cuál el más grande y de que estaban hechos los anillos de Saturno. Fue justito, justito con esa pregunta, cuando con G. supimos que era hora de recurrir a los expertos y dejarnos de joder.
Por lo que, con los fideos al tuco aún en la traquea, salimos los tres de raje para el Planetario, a ver si llegábamos a la función infantil de las 3 de la tarde.
No llegamos. Terminamos haciendo la cola para la de "público en general" que empezaba a las 4. Cuatro pesos por cabeza de entrada, más 4 del auto para una función que empezaba a las 4. ji ji!
La historia es que los 45 minutos de espera, hicieron que nos diéramos cuenta, de varias cosas:
a) El meteorito de la puerta es más pesado que nuestro auto, aunque lo podamos abrazar.
b) El meteorito de la puerta es frío.
c) No podemos ver al sol por el telescopio, porque se nos lastimarían los ojos. Y eso nos enojó un poco.
d) Hacía calor. Mucho calor. Y nosotros emponchados con poleras y camperas.

Una señora que esperaba a entrar, se vio en la obligación de aclararme que estaban haciendo 27 grados, en cuanto notó que mi hija corría serio riesgo de deshidratación debido al abriguito que yo le había puesto.
Yo: Si? 27 grados? Con razón! Hija, vení que te saco la campera.
R: Má, que extraño!
Yo: Qué es lo extraño?
R: Es invierno y hace calor.
Yo: Sí, viste? Es extraño!
R: Sí, es INVIERANO!

Las cosas por su nombre

Al igual que mi hija, ya desde muy chico Mi Hermano tenía una enorme facilidad para inventar palabras o acortar frases según el significado de lo que quisiera decir. Creo que en parte se debe a vagancia... se cansa de hablar y empieza a juntar las palabras y a inventar nuevas, que dicen lo mismo pero con menos sonidos, y cuando ya no tiene que inventar y sigue cansado y no terminó su relato... abrevia maravillosamente con un "y que-sto y que lo-otro".
Me acuerdo una vez, yo tendría 12 ó 13 y él entonces 8 ó 9, y obviamente estábamos peleando, y él quería encontrar un calificativo que expresara todo su odio, porque mis notas eran geniales y él claro... se aburría en el colegio alemán al que íbamos. Y nunca quería hacer la tarea y mucho menos si era la de alemán o la de inglés. Prefería, sabiamente, invertir su tiempo en jugar con los playmobil, e inventarse historias y pintarlos ad-hoc, y construir los escenarios... Y que boluda yo!.... haberlo descubierto antes y seguro que largaba los libros a la mierda y me ponía a jugar con él.. Pero no, yo tan aplicadita... siempre tan aburrida.
Un día en particular, él, cansado de las comparaciones y de mis rechazos a sus juegos hasta que yo no terminara mi estúpida tarea; me grita con toda la fuerza que un chico de esas edad puede gritar: "Calláte vos, que te crees que porque sos poliidiomática sabés más?!!!"
Por supuesto, que antes de subirse al avión para instalarse en Barcelona, le dejó todos sus playmobil a R.; aunque en su momento, ni él ni yo sabíamos cuando llegaría R. y mucho menos que R. sería R. MH se los dejó a su futuro sobrino/a, y yo lo amé por eso.
Pasaron dos o tres años hasta que R. nació y luego otros cuatro hasta el día de hoy, y ahora sí, cada vez que mi hija me propone un juego con escenarios, historias y disfraces, construcciones y muñequitos de playmobil, ahí estoy yo: jugando con ella, divirtiéndome sin que ninguna otra tarea importe más.
Y ella también los pinta, y los dibuja y construye e inventa.... y entonces muchas pero muchas veces, cuando juego, siento que me transporto en el tiempo, y que ahí está R. pero no Mi Hija, sino Mi Hermano. Que por esas casualidades de la vida también tienen la misma inicial, entonces a pesar de que hoy para mi hay una única R. y por eso mi hermano, en este juego de escribir es: "Mi Hermano" o simplemente MH; en esos juegos las R. se mezclan, se unen... y yo amo a R. y les agradezco a ambos la posibilidad de a mis casi 35 volver a jugar todos los días, un poquito, con los dos.

1 comentario:

Leticia Chopi Sofiro dijo...

Hermoso! Cómo es la vida o como se construye, no?
A jugar!!!