No entiendo a esa gente que ve a los hijos de manera cuantitativa, como si uno fuera muy poco y más de dos casi abuso. No tenía idea que había un código de maternidad que recetaba: 3 hojitas de perejil, 2 hijos, sal a gusto.
Algunos viendo que ya no tienen como convencerte de las ventajas de un segundo hijo, y faltos de razones frente a todos los más que justificados argumentos que explican de sobra el porque por ahora no, apelan a lo más profundo de una diciendo.... Pero no extrañás al bebé? No te creció muy rápido? Y cuando estás a punto de flaquear, cuando ya la melancolía se apoderó completamente de vos y te ves envuelta en una cadencia de recuerdos mientras te decís a vos misma: “Pero que grande que está, que rápido que pasó el tiempo, pensar que ya entra en Presco, que alta que es”… Justo, justo en ese momento, te queda un segundo de lucidez y decís: Pará, a ver dejame pensar!
28 de Noviembre de 2006
R está dejando los pañales. Bah, se los saqué, me pudrí de los Huggies y la cantidad de dinero invertida en esa empresa desagradecida, que nunca, jamás se ha dignado siquiera a mandarme una tarjetita de agradecimiento por tantos años de aporte. Por lo que ando como los perros limpiando meos en todos los pisos de la casa, e insistiéndole a mi hija ir al baño a hacer pis/caca cada media hora a ver si se entera.
Basado en esto y considerando que entre horario y horario estoy haciendo lo anterior, mi día se preparaba de la siguiente manera:
9.30 AM: Recibir los 3 silloncitos rojos que llegaban en el flete que mandó la Bis-Bis.
11.55 AM: Prepararle la comida a R. Darle de comer.
12.45 PM: Vestirla para el jardín
12.50 PM: Insistirle que hay que ir al inodoro. Quedarnos 40 minutos sentadas ahí, mientras ya no me quedan historias por contarle, ni libros por leerle, ni canciones por cantarle, mientras ella se digna a pillar.
1.30 PM: Salir de raje en un taxi al jardín, cuando ya tendríamos que estar ahí. Hija, ni se te ocurra mearte en el taxi!
2.00 PM: pasarle el mando a la maestra hasta las 4.40 PM.
2.30 PM: Ir al banco, pagar la tarjeta, pasar por el pago fácil y pagar todo lo que me alcance con lo poco que me queda.
4.30 PM: Volver al jardín.
4.40 PM: Volver a casa con R y G. Rogar que la nena controle esfínteres hasta llegar a casa!
5.10 PM: Jugar un rato con ella.
6.30 PM: Preparar el baño.
8.30 PM: Preparar la comida.
9.30 PM: Quedarse 40 minutos con R. en el baño mientras intento que ella entienda que el lugar para hacer pis, es ese artefacto blanco donde yo la siento, y no el piso de cualquier ambiente de la casa.
11 PM: Intentar dormir a R.
1 AM: Intentar tener un gesto de cariño, algo, por mínimo que sea con G.
Cuando escucho a R. llamarme a los llantos y gritos. Sí, la nena se pilló en la cama y se despertó. No se bien si primero se pillo y por eso se despertó o ya despierta aprovechó para mearse en la cama. Todavía me fascina esta habilidad que adquirí cuando estaba pariendo, de cambiar automáticamente el „switch“ y pasar de mujer a mamá y de mamá a mujer, según corresponda. Por supuesto la velada terminó de la siguiente manera:
G con cara de no te la creo, limpiando el meo
Yo lavando a la nena en el lavamanos. Imposible pensar abrir el grifo de la bañera a esa hora de la madrugada.
R durmiendo en nuestra cama... en el medio, of course..
4 comentarios:
Tambien podes acordarte de tu panza redonda, acompañada de una sonrisa inmensa... de los ojos mas lindos que vi esa tarde en el italiano... del calor acurrucandose en tu pecho... de la manito y el piecito chiquititos... no solo del regimen cruel del control de esfinteres. beso.
Mena: estoy muy contenta que estés apalabrando lo atragantadode esta maravillosa manera. Me sorprendió!! Igual, como todo, es un camino de ida (mucho mas saludable que el paco)
HA! Como verás, yo sí te hago un comentario... eh????
Gracias por la posibilidad de leerte... si retomo mas seguido mi blog, casi que al vernos solo nos miraremos, jaja! (ojo, cualquier coincidencia es un echo fantástico)
Un abrazo enorme, te quiere
L
(coincido con el anónimo, pensá en verde)
Coincido también con anónimo. Sin ánimo de arremeter con el supuesto código de maternidad que desconozco, a partir del momento en que G te sopapeó el cigarrillo, aprendiste a comunicarte también con la mirada, que es el sentido que los "humanos" perdimos al olvidarse que también somos animales. Las leonas aman a todos sus cachorros. No temas.
Cada vez que traemos vida al mundo le ganamos por un rato la pulseada a la puta muerte.
Eso no quiere decir que alguna vez venceremos... quiere decir que son nuestros instantes gloriosos.
Y, a su vez, cada vida que traemos, multiplicará en mas vida.
No es maravilloso???
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